domingo, 14 de abril de 2013

El zoológico... Capitulo 3, historia 1.


Me desperté y pensé que lo que había pasado el día anterior era un sueño de mi maravillosa imaginación, pero me mire el cuello y seguía teniendo la llave que ella me había dado. Suspire y empecé a llorar, nunca antes me había sentido así con una persona. ¿Qué me pasaba? Me sequé las lágrimas cuando mi hermana entró a mi habitación dando saltitos pequeños de emoción.
-¡Hoy vamos al zoo! Grito con mucha emoción.
Me despeje y mire intranquila a Raquel, no me podía decir eso, hoy había quedado con Verónica.

-¿Pero papa y mama te lo han dicho? Pregunte esperando un ``no´´
Pero todo lo contrario, ellos lo habían planeado, me levanté corriendo y fui a la cocina donde habitualmente estaba mi madre todos los sábados por la mañana.
-Mamá, ¿hoy vamos al zoo?
-Sí. Respondió secamente.
Me quedé mirando en tono de suplica y ella me respondió con una voz de enfado.
-Tu hermana lleva esperando esto semanas.
- Ya, pero es que hoy había quedado con una amiga.
Estuve suplicando varias veces hasta que me di por vencida. Miré mi móvil y con tristeza y le mande un mensaje a Verónica, diciendo que no podía ir ya que tenía asuntos familiares.
Me vestí y fui al zoológico con mi familia, en el camino nos encontramos a un montón de gente defendiendo su homosexualidad, y me quede observándolos quizá me gustaba que la gente luchara por sus derechos. Pero esos pensamientos acabaron cuando dijo mi padre, muy bajito.
-Están enfermos, vayámonos.
Mi madre le secundo y mi hermana empezó a reírse de ellos. Me asusté quizá ya sabía lo que me pasaba, inconscientemente.
Me aburrí muchísimo en el zoológico y no paraba de ver el móvil por si había algún mensaje de Verónica, pero nunca había.
Después de unas cuantas fotos y de visitar todos los animales que mi hermana quería ver y de comer en su restaurante favorito, volvimos a casa.
Eran las siete de la tarde y estaba muerta de agotamiento, pero seguramente sería de aburrimiento. Llegamos a casa y justamente en ese momento recibí un mensaje de Verónica  que ponía
-¿Estas en casa?¿Puedes salir?
Me quedé pensando, mirando la pantalla del móvil y tardé cinco minutos en reaccionar. Me cambié totalmente de ropa y me puse lo mejor que encontré en el armario.
Salí corriendo y con las prisas se me olvidó dar explicaciones a mis padres. Mientras caminaba respondí al mensaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario