Me desperté y
pensé que lo que había pasado el día anterior era un sueño de mi maravillosa
imaginación, pero me mire el cuello y seguía teniendo la llave que ella me había
dado. Suspire y empecé a llorar, nunca antes me había sentido así con una
persona. ¿Qué me pasaba? Me sequé las lágrimas cuando mi hermana entró a mi
habitación dando saltitos pequeños de emoción.
-¡Hoy vamos
al zoo! Grito con mucha emoción.
Me despeje y
mire intranquila a Raquel, no me podía decir eso, hoy había quedado con
Verónica.
-¿Pero papa y
mama te lo han dicho? Pregunte esperando un ``no´´
Pero todo lo
contrario, ellos lo habían planeado, me levanté corriendo y fui a la cocina
donde habitualmente estaba mi madre todos los sábados por la mañana.
-Mamá, ¿hoy
vamos al zoo?
-Sí.
Respondió secamente.
Me quedé
mirando en tono de suplica y ella me respondió con una voz de enfado.
-Tu hermana
lleva esperando esto semanas.
- Ya, pero es
que hoy había quedado con una amiga.
Estuve
suplicando varias veces hasta que me di por vencida. Miré mi móvil y con
tristeza y le mande un mensaje a Verónica, diciendo que no podía ir ya que
tenía asuntos familiares.
Me vestí y
fui al zoológico con mi familia, en el camino nos encontramos a un montón de
gente defendiendo su homosexualidad, y me quede observándolos quizá me gustaba
que la gente luchara por sus derechos. Pero esos pensamientos acabaron cuando
dijo mi padre, muy bajito.
-Están
enfermos, vayámonos.
Mi madre le
secundo y mi hermana empezó a reírse de ellos. Me asusté quizá ya sabía lo que
me pasaba, inconscientemente.
Me aburrí
muchísimo en el zoológico y no paraba de ver el móvil por si había algún
mensaje de Verónica, pero nunca había.
Después de
unas cuantas fotos y de visitar todos los animales que mi hermana quería ver y
de comer en su restaurante favorito, volvimos a casa.
Eran las
siete de la tarde y estaba muerta de agotamiento, pero seguramente sería de
aburrimiento. Llegamos a casa y justamente en ese momento recibí un mensaje de
Verónica que ponía
-¿Estas en casa?¿Puedes
salir?
Me quedé
pensando, mirando la pantalla del móvil y tardé cinco minutos en reaccionar. Me
cambié totalmente de ropa y me puse lo mejor que encontré en el armario.
Salí
corriendo y con las prisas se me olvidó dar explicaciones a mis padres.
Mientras caminaba respondí al mensaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario